Recomposición ambiental

Las operaciones de labrado se realizan siguiendo una planificación previa y adoptan rutinas importantes para mejor viabilizar la posterior recuperación ambiental. Algunas de esas prácticas son:

– Recomposición topográfica: obtenida por el llenado controlado de los excavados con material extraído en el corte en operación. En esta etapa se respeta la ordenación de las capas originales, con la colocación de las rocas (siltitos) en la porción más baja del corte, siendo recubiertas en su porción intermediaria por arcilla y en la porción superior con suelo vegetal.

– Recolocación de suelo vegetal: en todas las áreas a ser recuperadas se coloca una capa de suelo vegetal en la superficie. Este material es de fundamental importancia para que se obtenga una buena recuperación, y por eso se ejerce un riguroso control en lo que se refiere a la conservación y aprovechamiento.

– Control de la erosión: se hace a través de prácticas mecánicas y culturales. El monitoreo de la erosión se hace constantemente y conforme la evaluación se repiten los procedimientos de contención.

– Corrección de la calidad de los suelos: para mejorar las condiciones de fertilidad y de calidad de los suelos de las áreas recuperadas se hace la corrección y adulación por medio de calado y abonos orgánicos y minerales.

– Revegetación: la revegetación es la etapa de implantación de vegetación nueva, haciendo efectiva la recuperación propiamente dicha. La elección de las especies adoptadas en este trabajo se basa en los resultados verificados anteriormente y criterios de localización.